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31 julio, 2009

Voy a vivir mi vida con los ojos abiertos, y los oídos, Ahura Mazda

El ser humano primitivo llegó al mundo y no sabía por qué. Él vivió en este mundo y no sabía por qué. Se fue del mundo sin saber a dónde iba. Sabios y los videntes de todas los tiempos han dirigido sus pensamientos a resolver el problema de la vida.

Ayúdame, tu Mazda, para responder a las preguntas por mí mismo, ¿por qué he venido a este mundo y con qué fin? ¿Qué significa mi vida y cuál es mi misión? ¿Qué finalidad tiene mi existencia en este vasto mundo? ¿Cuál es mi principio y lo que es mi fin?

La vida es un incesante investigación sobre el por qué y por qué de la existencia. Permíteme esbozar mi vida. Déjame pensar mi plan de vida y no quiero pensar sólo en la actualidad, pero también para el mañana. Déjame mirar a lo que es transitorio como permanente, de lo ilusorio como real. Permíteme que mi ilusión, mi corazón no me bloquen al respecto. Déjame aprender a conocerme mejor mi día a día.

Aleja toda sombra, aleja todo engaño. Los misterios, lo sé, se encuentran alrededor de la vida de hombres y mujeres. Permíteme, sin embargo, no buscar refugio en un visionario mundo para huir de los hechos y las duras realidades de la vida. Permíteme examinar los hechos con decisión en mi mente con razón.

La pupila, mi ojos ve al mundo, no de sí misma. Yo sé que soy lo que soy, y no lo que otros dicen. Tú solo haces que conozca tal como soy. Me ayudas a desplegar mi vida latente. Me ayudas a darme cuenta de la potencia de la perfección con que la Providencia me ha dotado a mí. Me ayudas a descubrir y mostrar las buenas y grandes cualidades que están latentes dentro de mí.

Permíteme idear formas y medios de vida para mí mismo. Déjame estar en contacto con la vida. Déjame ver y entender la vida, que me permite hacer lo mejor de acuerdo a mi, de mi derecho a vivir mi vida, sabia y noble. Permíteme imponer una severa formación a mí mismo. Voy a ser exhaustivo en todas mis obras.

Todos los días voy a tratar de crecer mental y espiritualmente, así como crecer en mi cuerpo. No voy a dejar que nada estrangule mi crecimiento. La vida es tranquila, al intelecto y la emoción están en armonía. Yo trabajo para ganar ese estado de serenidad y de descanso, bendíceme con disfrutar la vida serena. Todo a lo largo de mi vida voy a mirar más allá de lo que soy en la vida y se esfuerzarme, bajo tu inspiración orientación, a ser mejor y más noble, Ahura Mazda.
(Dastur Dhalla III B-7)


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